La "Penas de Rodas" son dos enormes piedras de granito, casi perfectamente esféricas, asentadas sólo sobre bases muy pequeñas, que parecen estar a punto de caer rodando, lo que impresiona bastante al acercarse a ellas.
El nombre de "Penas de Rodas" "Piedras de los Círculos" se debe a la ubicación natural en el lugar de dos moles graníticas (bolos de disyunción), que desde su elevado emplazamiento (619 m.) dominan una amplia panorámica de la penillanura de la "Terra Chá" de gran valor agropecuario. Ubicadas en el monte, en medio de un pinar, es un lugar propicio para el descanso y el ocio.
Se cuentan varias leyendas sobre el lugar que hacen referencia a las grandes piedras de forma redondeada casi perfecta: una de ellas cuenta que una de las dos piedras está llena de alquitrán y si rompiese, se inundaría toda la zona.
La otra comenta que una de las piedras está llena de oro, y el que lograse romperla lo encontraría y se haría rico.
En el lugar se celebra la concurrida romería de Penas de Rodas, el domingo anterior al 12 de agosto.
El origen de este tipo de formaciones se basa en la acción biogeoquímica del agua sobre la piedra granítica, y es típico de Galicia y el norte de Italia.
Esta modesta investigación presenta evidencias que permiten considerar que el conjunto de “Penas de Rodas” fue proyectado de acuerdo con una compleja función ritual además de como lugar de observación astronómica.
La orientación del conjunto apunta a que éstas se encuentran orientadas hacia la puesta de Sol en el solsticio de verano y según el horizonte del lugar.
En los siguientes capítulos se completa la exposición sobre “As Penas de Rodas”, una construcción en piedra de posible origen romano que podría haber sido utilizada como un altar ceremonial por los indígenas príncipes "copori" en sus rituales, y también como estación astronómica para la predicción de fechas claves del ciclo agrícola, y en consecuencia establecer así un calendario agropecuario en las fértiles "Terras do Miño".
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